Los colores de la vida.
Hace mucho tiempo, un joven llamado Prometeo, tenía el deseo de crear la humanidad.
Cierto día, el joven, se dirigió al lago “ Estrella marina “ para pensar sus decisiones, mientras navegaba. De repente, se desató una terrible tormenta que alteró el lago, mientras una ola intentaba arrastrar a Prometeo del bote. Pero en ese momento apareció Orca, “ La diosa del mar “, quien fue la que salvó a Prometeo llevándolo a tierra. En cuanto Prometeo despertó, se asombró al ver que una sirena lo había salvado y se enamoró de ella y le pidió matrimonio, pero ésta lo rechazó, ya que Zeus, Dios del mal, el más supremo y poderoso, la obligaba a terminar con Orca. El joven comenzó nuevamente a poner en marcha sus planes e ideas para distraer su mente. Su plan consistía en visitar al Dios de los deseos llamado Felipe. Se divulgaba que este cumplía los deseos más íntimos. Pero para ellos, no era tan fácil llegar hasta ahí, ya que había que atravesar obstáculos.
A raíz de esto, Prometeo fue en busca de Felipe. En el camino se defendió de animales salvajes, recorrió océanos, lagos, arroyos hasta llegar a la cueva donde habitaba el Dios de los deseos, éste le concedió un sueño preciado: crear a la humanidad. Al crearla, Zeus se enfureció y como castigo le quitó los colores a la vida. Prometeo comenzó a llorar desconsoladamente, igualmente con esa acción no logró los resultados esperados y fue en busca de ayuda. Finalmente, se encontró con Chimpa Tici, un enano de los bosques, al cual Prometeo pidió ayuda. Prometeo fue guiado, por el conocedor de los bosques hasta la guarida de Zeus. Allí, el joven y el Dios del mal, discutieron y al cabo de un tiempo se pusieron de acuerdo, Zeus devolvió los colores a los hombres, con una condición: - “ debería cruzar la Selva Amazónica “. Zeus estaba seguro: “ Prometeo no lograría cumplir con el pedido “.
Ya en la Selva Amazónica , luego de una incansable recorrida por ella, Promteo fue
envenenado por una ponzoñosa serpiente, que lo dejó mal herido. El joven, mal herido, se debilitó y cayó lentamente al río Amazonas. En ese río encontró la muerte. Orca lo encontró allí.
De repente, unas luces brillantes, se desprendieron de Prometeo, devolviendo los colores a la vida.
Al ver como la naturaleza recobraba sus colores Zeus se enfureció, mientras que sus poderes se debilitaban, por no haber podido cumplirse su plan.
Con el tiempo, los hombres fueron creando nuevos colores al combinarlos con los primeros, crearon gamas más brillantes y rutilantes y durante mies y miles de años recuerdan a su creador “ Prometeo “.
Autoras: Meneses, Agustina
Rocasalvo, Antonella.
Alumnas de 6° A T.M.
El castigo y la felicidad
Hace mucho tiempo, según los relatos de los antepasados, existían sólo dos fuerzas , llamadas: Zeus y Hades.
Ellos luchaban muy seguido por controlar a los seres que crearían. Así crearon seres fáciles de controlar. Pero un joven, llamado Prometeo, decidió cambiar la situación y crear él mismo seres que habitaran el mundo y descubrieran cosas aún inexploradas. Para ello decidió darles forma, tendrían:
-dos piernas y dos brazos
-ojos, boca, oídos y muchos elementos más que sería muy largo detallar.
Prometeo los amó siempre a ellos y a él luego, Prometeo notó que no tenían sentimientos, estaban todo el día amargados, enajenados e infelices. Entonces subió a la montaña más alta del lugar y le pidió a Zeus si podía crear una emoción en la que sea todo lo contrario a sus sentimientos. Zeus contestó: “ ese poder lo tiene Hades “. Con esa información, Prometeo habló con Hades y éste se negó a darle esa emoción. Pasaron los días y los hombres comenzaron a pelearse entre sí, Zeus se enfureció por esto y decidió sacarle las fuerzas. Por esta actitud, los hombres morían sin tener posibilidad de defenderse.
Un día, por la mañana, Prometeo subió a la montaña y arrebató a Zeus y a Hades una caja donde las emociones estaban guardadas. Al abrir la tapa de la caja, las mociones se liberaron y llegaron a cada mortal. Zeus y Hades, quisieron vengarse de Prometeo y lo convirtieron en un gigante de montaña, su castigo sería permanecer estático por la eternidad….. vería a los humanos, pero no podría hablar con ellos, intercambiar las emociones que él mismo liberó para ellos. El clima frío de montaña cubriría de hielo su corazón.
Autoras: Agustina, Marisol, Nicole y Natasha
Prometeo el hijo del Poseidón
Cuenta la historia, relatada por un griego, que en una ciudad llamada Atenas vivía un Titán llamado Prometeo, el cual era hijo de Poseidón –el dios del agua- se decía, por ese entonces, los hijos de Poseidón, no tenían poderes, eran mortales. Con el paso del tiempo esos hijos iban tomando poderes, Prometeo adquirió una gran fuerza y como distintivo de ella llevaba un tatuaje en el brazo derecho, en él llevaba una espada.
Pero ¿ cuál era el verdadero deseo de Prometeo ?. deseaba tener grabada la llave de la felicidad en su brazo. La llave estaba grabada en el brazo de su hermano menor.
Es así que Prometeo se revela ante su padre, para obtener “ la llave de la felicidad “. Poseidón lo llama ante él y le presenta una alternativa: “ renunciar a todo poder que se le haya otorgada y trasladarlo a sus hermanos “. El hijo desafía nuevamente al padre, otorgó su poder no a sus hermanos sino a la humanidad.
Desde aquel día entonces el dios Poseidón vive alejado de su hijo y toda la humanidad está agradecida a Prometeo.
Nuñez, Ariana-Figueredo, Leandro
La Felicidad del Pueblo
Hace miles de años Prometeo creó a los hombres con agua y barro y les enseñó a hablar. Era amigo de Zeus, el dios del fuego. Cuando salió a ver a sus hombres, los vio debilitados y tristes. Preguntó:
-¿ qué les ocurre ?
- nos robaron la llave de la felicidad, Zeus se la llevó.
Prometeo fue a la tierra de los dioses, alli increpó a Zeus:
¿ por qué te llevaste la llave de la felicidad ?
El dios del fuego, no contestó con palabras, sí lo hizo con fuerza, lanzó un rayo. El joven Prometeo logró escapar, desangrándose.
Entonces un amigo verdadero, Apolo curó sus ideas, mientras así eso le comentó a Prometeo:
-para recuperar la llave de la felicidad deberás recurrir a las hermanas del destino.
Así Prometeo decidió partir e ir a buscar ayuda a las hermanas del destino. Ellas vivían en un castillo. El joven llegó y no encontró a nadie. Pero escondida le esperaba otra traición, Zeus lo atrapó en una jaula y cuando iba a lanzarle otro rayo mortal, Atenea la diosa de la sabiduría se interpuso, sacrificándose por Prometeo.
El sacrificio de la diosa no pudo evitar que Zeus ganara la lucha. Pero a pesar que Prometeo bajara al inframundo, los hombres recuperaron la Felicidad en la amistad desinteresada.
Cisterna, Agustín-Kozacow, Diana
Antes el fuego, ahora la felicidad.
Prometeo fue liberado por Zeus . Pero dos semanas después, Prometeo, volvió a robar otro objeto . La historia es la siguiente:
Después del festejo que se hizo porque Zeus liberó a Prometeo los días fueron como todos los demás.
Zeus estaba muy aburrido, al rato ve a Prometeo jugando, hablando y riéndose a la vez con los humanos , Zeus no soportaba ver tanta diversión, por lo tanto decidió poner a prueba a Prometeo, a ver si volvía a robar otro objeto importantísimo y les sacó a los humanos la felicidad.
Zeus, además estaba celoso de Prometeo porque los humanos lo amaban y a el no le prestaban atención.
Al día siguiente Prometeo estaba con los humanos, ya no se reían, nada, estaban aburridos . Entonces Prometeo ve en el cielo, a Zeus riéndose de todo y cuando vio a Prometo, desapareció.
Prometeo se había dado cuenta de que Zeus le sacó a los humanos la felicidad y para que no lo vuelva a castigar llamó a Zeus, entonces el dios apareció en frente de Prometeo y dijo:
-Zeus: ¿Me llamabas?
-Prometeo: Sí, Zeus . Yo te llamé.
-Zeus: ¿y qué necesitas?
-Prometeo: Saber si vos sabes lo que le pasó a los mortales.
-Zeus: ¿Y qué les pasa a los mortales?
-Prometeo: Les falta la felicidad.
-Zeus: No tengo idea de lo que pasó, Prometeo.
-Prometeo: Ah ¡ Porque yo te vi riéndote, como si vos fueras el que hizo esto.
-Zeus: Bueno, fui yo. ¿y, qué vas hacer? ¿vas a robar la felicidad para darle a tus hombres?
-Prometeo: No, pero te pido que se la devuelvas.
-Zeus: ¿ Por qué? ¿por qué vos me obligas?
-Prometeo: No, vos no sabes lo que soy capaz de hacer.
-Zeus: Prometeo, te recuerdo que yo estoy reinando y que te puedo volver a castigar.
-Prometeo: Bueno, si, pero lo podemos arreglar de otra forma.
Zeus le sonrió a Prometeo y le dijo: -¿qué te parece un duelo?
-Prometeo: ¿Un duelo?
-Zeus: Sí, ¿qué, no sabes lo que es un duelo?
-Prometeo: Sí que se lo que es.
-Zeus: Bueno, mañana.
Zeus desapareció.
Prometeo pensó:- mañana es el duelo, no tengo tiempo de nada.
Al día siguiente en el gran duelo, Prometeo y Zeus se enfrentan. Todos fueron a ver; los hombres, las esposas y los hijos de Zeus y otros dioses.
Durante el duelo el cielo se llenó de truenos, relámpagos, rayos, habían tormentas y tornados.
Prometeo, mira a sus hombres, y estos se dan cuenta de que se estaba rindiendo. Zeus terminó ganando.
Todos los hijos y esposas de Zeus, dioses, etc., lo felicitaron; pero como a Prometeo lo había derrotado, los hombres se fueron decepcionados a sus casas.
Cuando cayó la noche, Prometeo se acordó de lo que dijo Zeus: -(¿Y qué vas hacer? ¿vas a robar la felicidad para darle a tus hombres?)
Muy despacio fue a la habitación de Zeus, donde estaba la llave de la felicidad, solo tenía que romperla para darle cada pedazo de la llave a sus hombres y que vuelvan a tener felicidad. Entonces, Prometeo entró en acción.
Al tomar la llave, saltó por la ventana y con cuidado le dejó a cada hombre un pedazo de la llave.
Al despertar, Zeus vio que la llave que colgada de su cuello, ya no estaba, pero… ¿qué llave? La de la felicidad.
Da un vistazo por la ventana, ve a los hombres y a Prometeo jugando, riéndose y hablando.
Muy enojado, Zeus llamo a Prometeo, entonces, éste se acerca.
-Zeus: ¡Es raro qué la llave qué colgaba de mi cuello, ya no esta¡ ¿ no Prometeo?
-Prometeo: ¿Qué cobarde fue capas de hacer eso?
-Zeus: Al parecer su nombre empieza con ”P” y termina con “o”. Te deletreo el nombre, P-R-O-M-E-T-E-O.
-Prometeo: ¿Yo? ¿ yo? Seria incapaz de hacer algo así.
-Zeus: Prometeo, ya se que fuiste vos. No hace falta que lo niegues.
Prometeo colorado, mira a Zeus.
-Zeus: Ya pasó antes, lo mismo con el fuego, lo robaste; ahora robas la llave, por lo tanto te voy a castigar, pero no va a ser el mismo castigo de antes, sino otro.
Zeus sabía que Prometeo odiaba que le tiren relámpagos, truenos y rayos. Por eso Zeus en el medio del Olimpo puso a Prometeo sentado en una silla con pinches y cuando amanecía u oscurecía, relámpagos, truenos y rayos caían sobre él.
Veloso, Agustina
6°D